martes, 25 de junio de 2013

Eugenia Cabral - Top Secret


Me perturban esos hombres con aspecto de poderosos 
que se apartan para permitirme entrar en el ascensor. 
Usan traje, discreto perfume, reloj de marca.

Me perturban. Son como reloj de arena.  Sólo hay que 
ponerlos patas para arriba y reiteran exactamente su 
caída en el tiempo. Cómo harán para ser tan exactos.

Me perturban esos hombres. En sus maletines, 
parecieran llevar un expediente donde constan todos mis 
secretos.




Eugenia Cabral

Publicó El Buscador de Soles, poemas. Editorial Municipal de Córdoba. 1986;
Poesía Actual de Córdoba- Los años ’80.  Prólogo y antología. Ediciones Mediterráneas. 1988;
Iras y Fuegos – Al margen de los tiempos. Poemas en prosa. Ediciones Último Reino. Buenos Aires, 1996;
La Almohada que no duerme. Relatos. Ediciones Del Boulevard, Córdoba, 1999;Cielos y barbaries. Poemas. Alción Editora. Córdoba, 2004;
Un Golpe de Dadospoema de Stéphane Mallarmé, versión en español de Agustín Oscar Larrauriestudio preliminar por Eugenia Cabral. Editorial Babel, Córdoba, 2008; Tabaco, poemas. Editorial Babel, Córdoba, 2009.
Sus textos figuran en diversas antologías y revistas de Argentina y otros países.

domingo, 9 de junio de 2013

Alejandra Portela - Quizás a mucho más le tema




Miedo es un mago en carro calcinado
que convierte mis sueños
en casa de goma y laca,
en castillos de pana negra,
en palacios de pena amarga.

El miedo muestra mis caras,
cuando  raspo prosa barata contra herrumbre de tarro / cuando escarbo lodo de poesía en la roca /
cuando,
desesperada,
busco letras
en cada
napa.

Miedo es un toro a mis espaldas
que transforma el leño de mis hogueras en  triste  resaca blanca,
en muñeca desgastada y sacra,
en mi dolo raso que ya no engaña.

Pero no le temo al hueso que lastima mi alma / ni al paso de mis años rotos.
Temo cuando muerdo espacios sin calma / Temo cuando bebo el tiempo en gotas.

Y desde aquella loma, me sonríen el azul y el gris oscuro
cuando en cada poro de mis otras caras,
en un rato se matan las horas en que ni pienso / ni hablo.

Y entonces,
a
rro
di       
lla      
da,

e   s   t   r   e   m   e   c   i   d   a ,

acuno en estos brazos
a mi yo que tiembla,
a mi yo que extraña,
a mi otro yo
que inventa tonos de huecas calas.