sábado, 20 de diciembre de 2014

Sin Cisne - Marcela Rosales





en el valle y en el sol hay una mancha
                                             L.A.S.
que responde por vos y por mi
todo es uno ciertamente
la pausa entre dos notas

un ala roza el agua
la otra no

la opacidad del lago
ampara la desnudez quebrada
el canto desigual

algunas hojas estallan
otras no

todas las aves que había
en tu alma llegaron a mí
-cantabas-

una no – te corregí-
se quedó con nosotros
entre el valle y el sol

toda la luz que buscamos
arde en el ojo ahogado
del cisne

algunos fuegos se apagan

otros no.




poema incluído en la Agenda del Boletín Literario Basta ya!




viernes, 12 de diciembre de 2014

Julia Guzmán, poemas inéditos



Y YA NO ESTÁS



                                                A Loly 


Oranjetaad huele a arena fresca 
a brisa de safari de Lauren

                                                    y a huellas sin pies,

                                                      rumbos perdidos.

                                       Tu pelo en las palmeras 
                                mientras tu risa tiñe el cielo 
      de gaviotas.

           El verano

                                  destella vida, hermana.

                         Otra vez el verano.

                    Y Oranjestaad

                                                           y arena fresca 
                                                     y palmeras

           y risas.

                                                          Otra vez el verano
                                         sin vos.








ESPERA

Me asomo al teléfono como todas las noches. 
Silencio en la línea.

Después de algunos minutos-horas atendés. 
Empezás a contarme de tus cosas,

Adrenalina pura, viento, rostro quemado

por la nieve.

y los minutos pasan llevándose consigo tu voz 
que se me escapa.

Tu voz se pierde, te digo,

y un abismo ronco me responde del otro lado.

Me quedo sola con el auricular en la mano

y la Patagonia en la garganta.








MISTERIO

Las sombras avanzan sobre la memoria. 
Los recuerdos buscan

(su realidad, tu inexistencia).

No pueden perderse.

No.

(porque el fantasma del fuego, late) 
como la vida en el surco.





AUSENCIA

Tus pasos decidieron no andar, 
aguardan otros.

Solos, no pueden.

Los míos van hacia vos. 
Duele menos.






LUGARES I

Me quedo en cualquier parte

porque no pertenezco a ningún lugar. 
Estoy en mí.


II

En el centro exacto de la mesa 
el mate espera que alguna

de las doce mujeres

lo tome entre sus manos.

Beberá palo santo, 
dolor azucarado 
y el sabor de la zafra

quedará en los labios.






DELFINA FLORES Y SU SOBRIA


Desde los ojos de

Delfina Flores,



Diego Rivera me observa. 
Las trenzas

acunan la morena belleza 
de Modesta.

Frida no está en el cuadro, 
y sin embargo,

su mirada,

en la de Delfina

aletea como la mañana.





SI UN DIA EL SOL SE APAGA 

¿Si un día el sol se apaga

veré mi propia oscuridad?.

¿Podré con ella?.

¿O con gentil violencia

le imprimiré mi sello cotidiano 
hasta lograr sacar chispas

que transformen esta ceguera? 
¿Si un día el sol se apaga,

seré capaz de generar 
mi propia lámpara?




TARDE DE TÉ

Junto a aquellas primas con arrugas 
y algunos dientes menos

que ríen alocadas de papelones trágicos, 
anécdotas pasadas y dolores maduros, 
llegan los tíos muertos a compartir la rueda.

Ahora, las ausencias no pesan. La mesa está completa.

Los recuerdos llenan la casa y bebo la infancia en el té.



TIEMPO

Para cruzar la línea

entre aquel tiempo y éste

no basta con volar.

Porque duele el cielo, el aire quema,

el infinito se achica

y la eternidad es hoy.







Julia Guzmán, (poemas inéditos, diciembre 2014) 




































lunes, 10 de noviembre de 2014

Gustavo Tisocco, 3 poemas de Terrestre

  




                            A Susana Trimarco y a las Madres del Dolor



A ella le dijeron que NUNCA MÁS,
que empezaban ahora a florecer los jazmines
que el invierno ya no,
nunca más los silencios, las esperas,
las noticias en los diarios.

A esa mujer le dijeron que NUNCA MÁS,
que ahora los pájaros eran libres
que solo había ventanas abiertas,
nunca panfletos con nuevos rostros,
nuevos gritos, nuevas mentiras.

A todas ellas le dijeron que ya no,
pero caminan con sus úteros quebrados
y le sangran lágrimas y les brota rabia,
la esperanza apenas es en ellas un hilito frágil,
enorme lamento, desesperación.

A todas ellas le dijeron que ya no,
pero los hombres miran de nuevo a otro lado,
hablan en secreto, se disfrazan.
Como en aquel nefasto tiempo,
la justicia es una esfera de cristal
que arrojamos al fuego.




2



Nació de una madre grande como un eucalipto.

Y fue creciendo poco a poco,
escama a escama
y fueron brotando de él
inviernos y primaveras,
sueños como lilas,
como tigre agazapado.

Y alcanzó el sendero,
aprendió a mirar, a pernoctar el olvido,
a descifrar dados de la suerte.

Se hizo gigante y solo,
dolorosamente grande,
dolorosamente solo.

La madre por esperar
se tornó minúscula huella.





3




Extrañar de los fragmentos
el instante,
el guiño de la luz
sobre la esfera,
la precisa sensación de volar.

Extrañar lo que es ahora
un triste rincón.

Persistir pese al hastío,
descubriendo islas desiertas.







Gustavo Tisocco nació en Mocoretá, Corrientes, el 25 de octubre de 1969.
Tiene publicados siete libros: Sutil, Entre soles y sombras, Paisaje de adentro, Desde todos los costados, Pintapoemas, Cicatriz, y Rostro ajeno, además tres CD, Huellas, Intersecciones y Corazón de Níspero. Participó en diversas antologías en diferentes partes del mundo.
Recibió diversos premios destacándose entre ellos: Primer Premio del Congreso de Médicos Escritores en 2004 y 2006; Premio Revelación a la Calidad Literaria en el encuentro "Buenos Aires Poesía-Reunión de Voces" en 2007; Premio Revelación del III Encuentro de Poetas Latinoamericanos realizado en Villa María, Córdoba en 2007; Segundo premio de Eros Aires 2009 en Buenos Aires; Segundo Premio del Concurso "María Elvira Juárez" en Letrarte, Tucumán, Julio del 2010; Segundo Premio de Eros Aires 2011 en Buenos Aires.


viernes, 7 de noviembre de 2014

A tu lado - Marta Comelli




A TU LADO

Aquí, durante el tiempo que nos queda/ en esta ciudad chica pero grande desprendida de milagros/seca/ donde los ciegos se desprotegen a cada instante de la inmisericordia urbana/ aquí es donde nací y por las noches escribo/ relato: casi siempre todos duermen y mientras las chicharras cantan/la ciudad elige esconder algunos ruidos/ yo escucho los rumores bajo tierra que avanzan hacia la superficie/ son las placas de este globo empujándose/ intentando superponerse y chau: diluvio, maremoto, temblor, tsunami, muerte/ y los gallos cantan en algún patio cercano,/ los ojos de la ciudad siguen queriendo disculparse de la ceguera,/ en vano/ solo algunos ruidos quietos/ el gato vecino que rasca el tejado/ un perro ladra a lo lejos/ el tren que pasa ronroneando como un gato gateando en un desierto/ algunos borrachos ríen o gritan en la calle/ vos escuchás música en otro lugar de la casa y la música y vos son una queja/ y no olvido / porque tengo memoria de elefante, cuando quiero / aquellas noches al volver de la escuela/ habiendo ya arropando alumnos desprotegidos de deseo o interés/ ya muy entrada la noche: el niño duerme en su cuna/ en la cocina devoro un sándwich de galleta y queso/ y corro a desvestirme y me zambullo en la cama/ me abrazo a vos.